Altibajos de la Vida

07 Mar

Por: Libardo Adriann Leal – Noveno B

Todo comenzó después de 9 meses de embarazo, me encontraba dentro del ser más bello, cuando de pronto empecé a sentir algo extraño, era el parto ya estaba listo para salir. Al salir, miré por primera vez a los ojos a mi madre, todo era felicidad por el momento. Pasando el tiempo vi a mi padre, quien era de un carácter fuerte, así paso el tiempo y con el llegaron las dificultades, pero la vida es así.

Mi padre quien quiso que yo fuese perfecto, siempre estuvo ahí para corregir mis errores, aunque en ocasiones de una forma agresiva y muy pasada. Yo quien solo quería que no existiese, con el tiempo me daría cuenta de la falta que me haría, puesto que con la llegada de mis 6 años, él dormiría para siempre, ese sueño profundo al que todos le tememos.

Al principio todo era feliz, puesto que ya no estaba para corregirme de esa forma, mi madre quien sufrió pero a la vez sintió paz o alivio, también ha de recordarlo. Con el pasar del tiempo mi madre se daría otra oportunidad en el amor, aunque tiempo después creo de su arrepentimiento, yo por mi lado me enfrentaría a otro dolor de cabeza.

Todo iba bien pero el tiempo cambiaría ese estado, todo fue una pesadilla de la cual no despertaba, quería hacerlo, pero lastimosamente no era una pesadilla como yo pensaba sino la realidad.

En muchas ocasiones me creían una persona creída, pero mi deseo era tener amigos, y hablando de amigos, al ingresar a la escuela, ese sitio me brindo algunas cosas, tales como: amigos y personas con quien desahogarme. Como siempre hay un pero, el mío era que había nacido con un carácter fuerte como el de mi padre, que con el tiempo he aprendido a controlarlo, pero fue una gran dificultad, a la hora de querer vincularme con las demás personas y compañeros.

Al ingresar al colegio me di cuenta que comenzaba una nueva etapa en mi vida, había más responsabilidad y un rango más de madurez y encontré nuevas amistades, pero como todo no puede ser ni felicidad ni sufrimiento, porque en todo hay un balance, aunque siendo sincero creo que la mía ha sido más triste de lo normal.

Un tiempo después con la ayuda de un amigo, conocí a una persona, la cual sería muy especial con el tiempo, muchos hablaban del amor, sin embargo no tenía cabeza para esas cosas, obvio tuve amores, pero con nadie fue algo enserio.

Con la llegada de dicha persona también llegó alguien quien tiempo atrás deseaba; hablo de mi hermano, a quien quiero tanto, trajo felicidad pero como todo también sufrimiento, pues me enfrentaría a un rechazo por parte de mi padrastro que por razones obvias tendría preferencias con él.

Llevo cuatro años luchando con esto, la edad de mi hermano, pero en el último año he visto un pequeño cambio entre él y yo. Veo que él trata de hacer lo que no ha hecho hasta el momento, pienso que ya es tarde pero a lo mejor no es tan tarde.

Lo único que digo es que no me quejo de mi vida, puesto que he visto varias personas a los ojos y se les mira una tristeza profunda, igual o superior a la mía, ahora puedo ver los niveles de la vida.

Ahora estoy compartiendo mi vida con esa persona especial, y ella conmigo y hasta el momento puedo decir que no ha sido nada fácil, pero la vida hay que lucharla pues de eso se trata, y no vivir quejándonos de todo lo que pasa puesto que la vida es corta. Hay un dicho muy popular y muy cierto: “vive cada día que pasa como si fuese el último de tu existencia”. Ahora me dedico a cumplir mis metas y así ayudar a ese ser que toda la vida ha estado ahí apoyándome, amo a mi madre.